El objetivo: La convivencia y crecer
Una buena convivencia en el aula y en el centro escolar del niño es un proceso que se debe ir construyendo día a día por toda la comunidad educativa. Hay que mantenerla de forma continuada y con actitud proactiva para encarar el futuro y superar los obstáculos que tendrán lugar.
Una buena relación con uno y otra misma, con el resto de personas y con el entorno es el elemento fundamental para una buena convivencia, junto con la supresión de todo tipo de violencia.
Por eso es necesario planificar el proceso de convivencia mediante un plan que se integre dentro del proyecto educativo y que supondrá la esencia del centro, otorgándole su singularidad y personalidad.
La Ley orgánica de educación 2/2006, establece la obligatoriedad para los centros educativos de elaborar el plan de convivencia. También, la Ley catalana de educación 12/2009 y los decretos posteriores sobre derechos y deberes del alumnado y materias curriculares, se refieren expresamente al proyecto de convivencia ya las competencias que son necesarias para favorecerla.
De la misma forma una buena convivencia en la familia del niño ayuda y facilita su desarrollo y su relación con el resto de personas. Las familias son las principales educadoras y además de la intuición y las particularidades propias, sello familiar, es de gran ayuda recibir formación que facilita herramientas para abordar situaciones complejas en todos los ámbitos. La gente adulta sigue creciendo y desarrollándose, y son ejemplos y modelos a seguir por los hijos e hijas.